Sucede muy a menudo que las teorías son desvirtuadas por los mismos que se hacen llamar seguidores de tales teorías. Sucede, por ejemplo, con las ideas de Marx que fueron estrechadas por los marxistas; así también las ideas de Darwin, por los darwinistas. Incluso los neodarwinistas, que incluyen los conocimientos logrados en genética desde Mendel hasta la actualidad -cosa que no hizo Darwin- se ven atrapados en ese darwinismo que poco comprende de la teoría de Darwin.
El punto fundamental que diferencia a Darwin de los darwinistas, es aquel que hoy está siendo estudiado cada vez con mayor profundidad, y al que tanto énfasis le dio Piotr Kropotkin en el 1902.
Esto consiste en aquello que es llamado “lucha por la vida” o “lucha por la supervivencia”. El problema de este concepto central es que está mal definido.
Todos, el común de las personas, tienen como “obvio” la evolución de los seres vivos a través de la selección natural. Pero, como todo lo que se tiene por “obvio”, se le comprende sólo de manera superficial, sin conocerse con mayor profundidad.
Incluso leer a Kropotkin hoy no causa mayor sorpresa, debido a lo “obvio” de sus ideas. Pero las ideas de Kropotkin, que son las de Darwin, no son comúnmente aplicadas en las distintas explicaciones de los fenómenos relacionados con la evolución. Recién ahora, en esto últimos años, a partir de ese autor o de otras investigaciones más actuales, se está comprendiendo de manera más acabada a la evolución, pese a que en realidad estos nuevos descubrimientos tienen larga data.
Normalmente, al hablar de la Teoría de la Selección Natural, se habla de la lucha entre los fuertes y los débiles, donde los débiles son devorados por los más fuertes.
Aunque todos saben que la idea fundamental de esta teoría sostiene que es el ambiente el que “selecciona” a las especies más adaptadas, la lucha sólo se reduce a los individuos fuertes contra los débiles, olvidándose –tanto en el ejercicio teórico como en la práctica- de considerar los fenómenos ambientales como, por ejemplo, la distribución de los recursos. Se olvidan, en palabras de Darwin, de “las limitaciones naturales a la multiplicación (sobrevivencia y reproducción)”, las que, para Kropotkin, son condiciones que ofrecen más obstáculos a los animales que sus depredadores. Además, la lucha contra otros individuos es una lucha contra “las limitaciones naturales a la multiplicación” (condiciones ambientales), en tanto esos individuos son parte del ambiente.
¡Y todo esto se olvida, siendo que parece tan “obvio”!
Además, ¿a qué nos referimos con “fuertes” y “débiles”? ¿Cuáles son los fuertes? ¿Los que devoran a los débiles? ¿Los que sobreviven?
Al parecer, el uso de la teoría de Darwin, plantea que los fuertes son aquellos que devoran a los débiles. ¡Pero es una teoría que intenta explicar la supervivencia de las especies a través de las posibilidades de dejar descendencia!
Los fuertes son los que sobreviven, es mera tautología como dice Popper. Fuerte es aquel que sobrevive, la selección natural no tiene voluntad, no “selecciona” planificadamente a los más aptos. “Aptos” o”fuertes” son definiciones a posteriori. Sólo después de haber sobrevivido podemos decir que una especie es “apta” o “fuerte”.
Si nos atenemos a esto, que el mismo Darwin debió reconocer que olvidó por un tiempo y que llevó a error a sus seguidores, si nos atenemos a esto, digo, observaremos con facilidad que los que más sobreviven y dejan descendencia son los animales sociales, aquellos que en su grupo social viven “pacíficamente”, es decir, sin devorarse entre ellos.
Normalmente -y basta recordar las clases en la escuela para darse cuenta- se nos presenta al “fuerte” como el que más devora, como un ser solitario. Ahora vemos que esa imagen es inexacta, y que debiéramos nombrar como “fuertes” a los que más cooperan en sociedad.
Esto es lo que planteó Kropotkin y fue muy escuchado, luego olvidado. Hoy sus ideas son “obvias”, pero tal conocimiento no es aplicado en los análisis sobre fenómenos en lo que la evolución tiene alguna relación.
Además, permite entender la evolución cultural, a la que de a poco los evolucionistas neodarwinistas se están abriendo, ampliando, o más bien, recobrando el verdadero sentido de la teoría de Darwin, teoría que pude explicar la evolución cultural que se creía exenta de la selección natural. Y se le tenía exenta de la selección natural, debido a que la teoría darwinista fue estrechada en la competencia, en la lucha entre fuertes y débiles, pese a que se suponía como “obvio” la existencia y vital importancia de otros factores de la evolución.
La cooperación mutua no niega la selección natural, es parte de ella, así lo entendió Darwin, aunque no lo hizo notar todo lo necesario. Kropotkin lo notó y lo gritó, y recién hoy se le reconoce su importancia en este sentido. Pero esto no es lo importante, lo importante es aplicar el conocimiento actual, ya que eso se hace poco. Es necesario enfatizar el rol de la ayuda mutua en la evolución y que es parte esencial para sacar provecho de la real extensión que tiene la Teoría de la Selección Natural, que no se estrecha sólo a lo biológico y mucho menos a una lucha entre individuos.
Rabindranath Riquelme Lafourcad
Para leer:
Popper y Darwinismo
Sobre diseño Inteligente
(perdón si no encontré nada mejor en defensa de esta teoría, pero es difícil, pero seguiré buscando)
Análisis sobre distintas teorías de la evolución
Sobre evolución cultural, haré un tema especial, ya que es más compleja (es más nueva) y sería mucho leer por ahora….
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