La Generación Perdida estuvo siempre donde mismo
La Generación Perdida es como la prensa chilena ha tenido en llamar a la generación de estudiantes secundarios que en el 2006 vivieron activa o pasivamente la Revolución Pingüina, que es como la prensa ha tenido en llamar a la última gran movilización estudiantil, en la que los secundarios se alzaron contra la LOCE (ley creada en Dictadura, que potenció el sistema privado de educación en desmedro total de la Estatal), la Municipalización (según la LOCE, eran las Municipalidades y no el Estado quienes se hacían cargo de la educación pública… consecuencias nefastas para las comunas pobres), y la desigualdad (segmentación) en la educación (entre ricos y pobres).
Esta Generación Perdida fue llamada así por los sectores conservadores que se oponían a la organización y lucha de los estudiantes, es decir, por quienes defendían el actual sistema educativo (pésimamente mal evaluado internacionalmente, incluso por los organismos que nuestra élite política idolatra y según los mismos criterios por los que la clase alta y poseedora le gusta regirse). El motivo: desde el 2006 al 2008, estos muchachos han estado en diversas movilizaciones y paros, y este 2009 fueron los profesores quienes salieron a las calles. En el 2006 estaban en 1º medio, en el 2009 estaban en 4º medio y tenían que rendir la PSU, que es la prueba que todos los estudiantes que quieren entrar a alguna Universidad tienen que dar.
Recuerdo al Canal 13, calculando una y otra vez la cantidad de días de clases exactos que esta Generación había perdido, traduciéndolos luego a la cantidad de páginas de los textos de clases, para descubrir al final, que contenidos específicos no habían estudiado.
Y es que la Generación Perdida era un Contraargumento. Si los secundarios gritaban: “la educación hoy no nos sirve, hay que defender la educación pública contra su mercantilización, etc etc.”; este (contra)argumento decía: “mentira, el sistema educativo actual sí sirve, si les va mal en la PSU es por que han estado en paro y no han ido a clases por estar tirando piedras y tomándose los colegios!!!”.
Es que se trataba de la lucha de clases, unos defendían el derecho público a educarse, otros a que había que pagarse la educación de calidad (que sólo ofrecían los colegios particulares). Se obviaban datos evidentes: a los pobres, que por “casualidad” van a estudiar a los liceos públicos, les va mal siempre en la PSU. Decir que los bajos puntajes en la PSU se explican por los Paros, deja sin explicación lo que sucedía antes de la Revolución Pingüina: puntajes bajos en la PSU en los liceos municipales.
Otro dato, es que el ranking sí, es un ranking para competir por el primer lugar) de los liceos muestra claramente que a los particulares les va muchísimo mejor que a las escuelas públicas. ¿Por qué? Los empresarios y los sectores de derecha dan una respuesta: el sistema privado y competitivo es mejor el sistema público (¡Viva la empresa privada!). Pero falta un dato que no sale en el Ranking de la Revista ¿Qué Pasa?, y es el Nivel SocioEconómico (NSE). Si uno agrega ese dato, “casualmente” coincide con el anterior, a los ricos les va mejor en la PSU que a los pobres. Entonces, ¿podemos decir que la diferencia de puntajes en la PSU sólo se debe al tipo de liceo y no a la desigualdad social (NSE)?
La discusión si la damos como públicos v/s privados es estrecharla. Los secundarios tuvieron el masivo apoyo (lamentablemente pasivo) de toda la cuidadanía, de las grandes mayorías: se dieron cuenta que el asunto trataba de sectores populares (explotados) v/s los sectores pudientes (explotadores).
Los secundarios perdieron ante la política de consensos de la Concerta, se les engañó, ofreciéndoles dialogo… ese dialogo para evitar la lucha en alza, ese dialogo que no decide, ese dialogo de sordos, dispositivo inventado en los ’70 en Francia para bajar la movilización general.
Volviendo al tema, he encontrado un blog que ejemplifica a más no poder el argumento de la Generación Perdida: perasconmanzanas (gracioso nombre para un blog que no entiende nada.)De todos modos anexaré más ejemplos, para conocer al enemigo.
Cito:
“Juan al principio se adhirió (a la Revolución Pingüina) con entusiasmo, creyendo que en realidad estaba luchando por “sus” derechos y por “su” futuro. Con el paso de los días y las semanas y los meses se dio cuenta que en realidad estaba cayendo en un engaño brutal. Un engaño que en realidad solo hacía aún más grande la brecha entre su futuro y el de los chicos de colegios subvencionados y particulares. Un engaño que lo ponía en una gran desventaja competitiva: ¡No estaba teniendo clases!”
Primero: “solo hacía aún más grande la brecha entre su futuro y el de los chicos de colegios subvencionados y particulares”. Esto sucede desde muchísimo antes, y ya es demasiado grande esa brecha ¿acaso puede aumentar? ¡Que Dios no lo quiera! (y no creo en dios). La causa de esa brecha, radica en el origen de clase de los chicos que van a un liceo o a otro. Las investigaciones así lo demuestran, entre un 82%y 88% de los logros escolares depende de las variables de origen de los estudiantes (NSE, educación de la madre, libros en casa). Ver la fuente (p. 9 del pdf)
Segundo: “desventaja competitiva”. Otra mentira, la OCDE nos dice claramente, que estamos sobreideologizados en Chile creyendo que la competencia entre escuelas es buena, dándole una importancia indebida a los mecanismos de mercado (p.291). Si no me creen a mí, créanle a la OCDE que es un organismo capitalista. La OCDE nos dice que nuestro sistema educativo está “concientemente estructurado por clases sociales” (Informe OCDE, 2004) (p. 278)
Tercero: “Engaño”, es común que se conciba como algo malo “politizarse”. Politizarse es ser manipulado por otro, ser embaucado por algún politiquero de izquierda. Los secundarios terminaron creyéndoselo, justo ahí perdieron. Si “ser engañado” es creer activamente en algo como creer que uno lucha por sus derechos, como dice nuestro amigo, me pregunto si creer activamente en que todo está bien y que no hace falta luchar no es también “ser engañado”.
Cito:
“Entonces Juan: ¿Ha valido la pena toda tu “lucha”? ¿Crees que tus padres estarán orgullosos de ti cuando se den cuenta que te has farreado 4 años de la vida? ¿Crees que has luchado por “tu” futuro”? ¿No sientes que has sido utilizado?”(las cursivas son mías).
“En diciembre estarás sentado solo frente a la PSU. Sin máscaras, sin tus amigos a diestra y siniestra, sin carteles, sin megáfonos, sin otro adversario que tus propios conocimientos. De esa prueba depende tu futuro (…) Y pensar que tus viejos se esforzaron tanto. Que estuviste en el mejor colegio al que un chico de tus condiciones podría acceder. Pensar que estuviste a un paso y te empujaron en otra dirección.
Suerte Juan. Ojalá alcances a leer esta reflexión antes de diciembre y tengas algo de tiempo para reaccionar. Si te esfuerzas, puedes estar a tiempo de corregir el rumbo un poquito.
Un consejo: En diciembre también hay elecciones. Aún estás a tiempo de inscribirte en los registros electorales y votar por quien represente mejor tus ideales y que de buena o mediana forma, se dedica a eso”
Nunca había leído algo tan conservador, por eso lo escogí. No comentaré nada sobre esa patética pretensión de invitar a Juan a votar (realmente nuestro amigo del blog es un normalizador...). ¡Que la política la hagan los que de buena o mediana forma se dedican a eso… no tú, Juan!
“Corregir el rumbo”, “estuviste a un paso”: Ese paso es negado a la gran mayoría, si estuvo a un paso Juan era una excepción, ojalá haya sido así. Pero “corregir el rumbo”… ¿acaso Juan estuvo equivocado?
He aquí que este (contra)argumento de la Generación Perdida se cae solito… se impuso así mismo una prueba de fuego, la PSU de este año (2009). Si el asunto era cierto y tenían razón, perder clases por los innumerables paros iba a empeorar los puntajes en la PSU.
Ya estos chicos ya habrán postulados a las Universidades conocemos como les fue:
“De igual forma, la secretaria de Estado resaltó que este año la educación municipalizada "bajó un poquitito el promedio, pero muy poco, no alcanzó a medio punto; bajó bastante la educación particular pagada, alrededor de cinco puntos; y subió más de cinco puntos la particular subvencionada".Fuente: Emol (prensa burguesa y de derecha). El subrayado es mío. Se olvidaron de lo que pregonaban parece…jajajjaaja
Si bien admitió que aún falta un análisis global, Jiménez dijo que esto demuestra que los establecimientos municipales, "que fueron los más dañados por los paros, por lo menos en relación con los cuartos medios no tuvieron un daño tan grande como algunos esperaban".
¿Hace falta decir que la Generación Perdida siempre estuvo donde mismo??
El principal argumento de la derecha, de los conservadores y los empresarios, para deslegitimar la lucha de estudiantes y profesores (culpándolos de los posibles pésimos puntajes en la PSU) se cayó a pedazos cuando, pese a los paros, los puntajes PSU no se vieron afectados!!!
Lamentablemente, los puntajes PSU no han cambiado, la realidad sigue siendo la misma. Pero al menos ya sabemos que los problemas del sistema educativo chileno NO lo provocan la lucha organizada de los estudiantes y profesores... como nos pretenden hacer creer la prensa, los testaferros de los empresarios y la elité política.
Para demostrar más el punto que meses de clases más, meses de clases menos no afecta mucho la futura realidad de los estudiantes, dejo un gráfico en el que aparece la expectativa de ingresos a los que pueden aspirar según cierta cantidad de años de educación.
La intención de este artículo es criticar los contraargumentos que expone la derecha y las clases poseedoras de los medios de producción y comunicación para deslegitimar las luchas sociales que emprenden los sectores populares organizados. La verdad será siempre revolucionaria, la realidad se encargó de desmentir la orquesta de absurdos que los poderosos difundían... no podemos creerles más!!!!
2 comentarios:
Hasta hace un tiempo, el concepto de "Generación Perdida" era usado por la intelectualidad criolla, para referirse a la apatía (politica principalmente) de la juventud post-dictadura.
Las palabras, son solo palabras, si al final de cuentas la retorica conservadora va a terminar imponiendose en el sentido comun de la gente. Al menos sino superamos lo meramente testimonial de la critica.
Se sigue imponiendo porque no somos capaces de detenerlos, acabar con los supuestos y discursos de los intelectuales y la prensa de la clase poseedora es una necesidad del momento histórico. Claramente, no es la única tarea.
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